Microrrelato #terroreste

Anochecía cuando llegó a la tumba de ella, sintió un escalofrío, "amor mío..." se oyó... una mano fría... nunca volvió.


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Subgeneros Literarios

Diario de aprendizaje: La narración

Para esta actividad tenia que hacer una entrada en el blog sobre una anécdota que me haya pasado pasando por múltiples pasos (actividades de preescritura, el borrador, y la redacción del texto final). Básicamente he hecho todos los pasos que se pedían. En esta actividad he aprendido diferentes métodos para facilitar hacer un texto narrativo. Sin contar las actividades en clase, le he dedicado a esto 3 o 4 horas. La parte que mas me gusta del relato es cuando montamos las tiendas. Gracias a la actividad de critica he aprendido que tengo que tener cuidado con la expresión y también a añadir mas detalles. La única dificultad que he encontrado ha sido a la hora de profundizar mas detalles porque no me acordaba de mucho. Tengo que practicar mas como expresar algunas cosas y poner mas detalles

El excursionista perdido

Hace unos cuantos años fuimos mi familia y yo de acampada. De camino recordé que me habían dicho que no me acercase a una cueva porque era muy oscura y me perdería facilménte. Mi padre me fue explicando el lugar mientras llegábamos. Al llegar, buscamos un sitio donde acampar. Después de buscar mucho, encontramos un lugar junto a un río que nos encantó y decidimos acampar ahí. También había arboles muy altos y a lo lejos había una colina muy baja. Comenzamos a descargar las cosas del coche y a montar las tiendas. Una vez que montamos las tiendas, mi padre y yo fuimos río arriba para ver un poco el terreno. De camino, nos encontramos a lo que parecía ser un excursionista.
 El "excursionista" tenia el pelo corto y moreno, los ojos azules y era mas joven que mi padre. Efectivamente, el excursionista se acerco a nosotros.
- Hola, ¿puede ayudarme un momento con una cosa? -dijo el excursionista
-Por supuesto ¿Que pasa? -Dijo mi padre
- Mire, es que yo iba con mi grupo de excursión, pero me he perdido de ellos al entrar en aquella cueva. ¿Puede entrar conmigo a esa cueva para ver donde esta mi grupo? -dijo el excursionista
-Por supuesto que si  -dijo mi padre
Y entraron los dos en la cueva. Mi padre saco una linterna que se había traído de la tienda para iluminar el camino.
No tardaron mucho en descubrir porque se había perdido el excursionista: ¡La cueva tenia dos salidas!
Yendo por el otro camino, el excursionista y mi padre encontraron al grupo, que había estado esperando al excursionista porque no querian avanzar sin que faltase nadie.
- ¡Muchísimas gracias! ¡Sin ti jamas me habría reencontrado con mi grupo! -dijo el excursionista encantado
- De nada, hombre. -dijo mi padre.
El grupo siguió con su camino y mi padre volvió a donde estaba yo. Al llegar, me contó todo lo que había sucedido desde que se fue dentro y seguimos nuestro paseo.